viernes, 22 de abril de 2011

Cultivando bajo carpas

Por: Dina Marcela Alfonso Martínez

Decidi hacer el trabajo sobre como afecta la ola invernal a los campesinos del município de Subachoque, ubicado en la sabana de Bogotá. Tuve la magnifica oportunidad de nacer en una familia campesina de la zona, desde muy pequeña aprendi a trabajar en el campo cultivando arveja y allí se desenvolvio mi vida laboral hasta que por motivos de salud tuve que retirarme. Así que conozco de antes la situación, pero en el momento es muy díficil para todas aquellas familias campesinas que deben salir de sus casas muy temprano y regresar entrada la noche.
La ola invernal que azota al país en los últimos días no ha dejado de afectarnos, y aunque tenemos la fortuna de no estar inundados como municipios vecinos, es muy complejo poder trabajar así. Esto produce fuertes consecuencias en la económia y en toda la sociedad si se tiene en cuenta que la mayor actividad en el municipio es la agricultura.
Pero me pregunto muchas veces como la gente es capaz de aguantar el frio de las mañanas cuando suben en un camión rumbo al cultivo que les dara de comer, pase mucho por eso pero ahora es peor, deben viajar a otros municipios o a partes del municipio a trabajar... El viaje es incomodo, ya que suben aproximadamente sesenta personas y por lomas y fuerte curvas deben soportar los compañeros sobre ellos y el riesgo de accidentes. Como el invierno ha cerrado algunas vías deben dar vueltas por otros municipios para llegar a su trabajo, esto implica un viaje mas largo y un tardio regreso a casa.
Luego de llgar a su destino deben protegerse con lo que puedan ya que las matas son de casi dos metros, y solo tienen unos momentos para ponerse plasticos encima que los cubran del agua que recogieron por toda la noche.
Las lluvias tambien han estropeados los lugares donde se procesa la arveja al ser escogida y empacada, asi que cada trabajador hombre o mujer deben cargar lo que han cogido hasta un nuevo lugar seco dentro de la finca, esto además de incluir un gran esfuerzo físico, les quita tiempo ya que se les paga de acuerdo a lo que hagan... El cielo se torna gris y los grandes nubarrones van apareciendo, las gotas empiezan a caer y los trabajadores salen del corte llevando rápidamente lo cultivado al llamado pesadero para protegerse bajo pasticos y una enorme carpa que tiemplan desde temprano para que el grano no se moje. Deben empezar a clasificar, empacar y cargar... mucahs personas ya estan agotadas pero no son capaces de dejar su única fuente de trabajo.
Diana madre soltera de tres hijos ha trabajado en esto siempre y nos cuenta lo duro que ha sido: "cada mañana es peor el cansancio, pero se saca fuerzas y se vuelve a la rutina, hay que hacer lo posible mientras llueve porque despues los patrones no permiten coger más ya que el grano mojado se pudre fácilmente y así o es vendido."
Anacleto más conocido como "el venado", administrador de todos los siembros no para de dar ordenes pero sabe perfectamente del cansancio de su gente, ya que él tambien trabaja duro y aguanta cada aguacero que cae sobre su carpa o incluso cuando es tan lejos que no alcanzan a llegar a tiempo. Alli no solo hay hombres, sino tambien mujeres y jóvenes que día tras día se ven envueltos en lo que consideran como un reto, ya que no es fácil y saben que se puede presentar culaquier cosa.
Son las cinco de la tarde y esta todo listo para regresar a casa la lluvia no cesa aunque es ligera, pero de nuevo se presenta un problema el chofer no logra m"CULTIVANDO BAJO CARPAS"
Decidi hacer el trabajo sobre como afecta la ola invernal a los campesinos del município de Subachoque, ubicado en la sabana de Bogotá. Tuve la magnifica oportunidad de nacer en una familia campesina de la zona, desde muy pequeña aprendi a trabajar en el campo cultivando arveja y allí se desenvolvio mi vida laboral hasta que por motivos de salud tuve que retirarme. Así que conozco de antes la situación, pero en el momento es muy díficil para todas aquellas familias campesinas que deben salir de sus casas muy temprano y regresar entrada la noche.
La ola invernal que azota al país en los últimos días no ha dejado de afectarnos, y aunque tenemos la fortuna de no estar inundados como municipios vecinos, es muy complejo poder trabajar así. Esto produce fuertes consecuencias en la económia y en toda la sociedad si se tiene en cuenta que la mayor actividad en el municipio es la agricultura.
Pero me pregunto muchas veces como la gente es capaz de aguantar el frio de las mañanas cuando suben en un camión rumbo al cultivo que les dara de comer, pase mucho por eso pero ahora es peor, deben viajar a otros municipios o a partes del municipio a trabajar... El viaje es incomodo, ya que suben aproximadamente sesenta personas y por lomas y fuerte curvas deben soportar los compañeros sobre ellos y el riesgo de accidentes. Como el invierno ha cerrado algunas vías deben dar vueltas por otros municipios para llegar a su trabajo, esto implica un viaje mas largo y un tardio regreso a casa.
Luego de llgar a su destino deben protegerse con lo que puedan ya que las matas son de casi dos metros, y solo tienen unos momentos para ponerse plasticos encima que los cubran del agua que recogieron por toda la noche.
Las lluvias tambien han estropeados los lugares donde se procesa la arveja al ser escogida y empacada, asi que cada trabajador hombre o mujer deben cargar lo que han cogido hasta un nuevo lugar seco dentro de la finca, esto además de incluir un gran esfuerzo físico, les quita tiempo ya que se les paga de acuerdo a lo que hagan... El cielo se torna gris y los grandes nubarrones van apareciendo, las gotas empiezan a caer y los trabajadores salen del corte llevando rápidamente lo cultivado al llamado pesadero para protegerse bajo pasticos y una enorme carpa que tiemplan desde temprano para que el grano no se moje. Deben empezar a clasificar, empacar y cargar... mucahs personas ya estan agotadas pero no son capaces de dejar su única fuente de trabajo.
Diana madre soltera de tres hijos ha trabajado en esto siempre y nos cuenta lo duro que ha sido: "cada mañana es peor el cansancio, pero se saca fuerzas y se vuelve a la rutina, hay que hacer lo posible mientras llueve porque despues los patrones no permiten coger más ya que el grano mojado se pudre fácilmente y así o es vendido."
Anacleto más conocido como "el venado", administrador de todos los siembros no para de dar ordenes pero sabe perfectamente del cansancio de su gente, ya que él tambien trabaja duro y aguanta cada aguacero que cae sobre su carpa o incluso cuando es tan lejos que no alcanzan a llegar a tiempo. Alli no solo hay hombres, sino tambien mujeres y jóvenes que día tras día se ven envueltos en lo que consideran como un reto, ya que no es fácil y saben que se puede presentar culaquier cosa.
Son las cinco de la tarde y esta todo listo para regresar a casa la lluvia no cesa aunque es ligera, pero de nuevo se presenta un problema el chofer no logra maniobrar el camión que carga la arveja y queda enterrado, el patrón no puede transportar los obreros y dejar el viaje solo. Asi que los hombres deben ayudar a empujar el carro y tratar de sacerlo del barro mientras llega la única posible salvación, un tractor de la finca.
Pasaron los minutos y ya habían decidido que las mujeres colaboraran cuando asomo el tractor que los sacaría de apuros. Eran ya las seis y el hambre y el frio se apropiaban de la gente al fin emprendían su viaje de regreso, sería un poco largo y las ligeras lluvias se colaban por las estacas del camión a la gente no le quedaba más remedio que abrigarse unos con otros y esperar el anhelado momento de llegar a sus casas tomar algo caliente, saciar sus estomagos con lo que Dios les había proveido y pensar en que tal vez mañana sería un día mejoraniobrar el camión que carga la arveja y queda enterrado, el patrón no puede transportar los obreros y dejar el viaje solo. Asi que los hombres deben ayudar a empujar el carro y tratar de sacerlo del barro mientras llega la única posible salvación, un tractor de la finca.
Pasaron los minutos y ya habían decidido que las mujeres colaboraran cuando asomo el tractor que los sacaría de apuros. Eran ya las seis y el hambre y el frio se apropiaban de la gente al fin emprendían su viaje de regreso, sería un poco largo y las ligeras lluvias se colaban por las estacas del camión a la gente no le quedaba más remedio que abrigarse unos con otros y esperar el anhelado momento de llegar a sus casas tomar algo caliente, saciar sus estomagos con lo que Dios les había proveido y pensar en que tal vez mañana sería un día mejor

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